En la actualidad existen muchos tipos de acné dependiendo de su origen, la forma en que se manifiesta, o según su grado de aparición, pero principalmente podemos decir que el acné es un trastorno dérmico común que provoca inflamaciones (comedones y espinillas) debido a la obstrucción de los folículos pilosos. Esta obstrucción puede producirse por grasa, células muertas, suciedad,..
Hay ciertas partes de cuerpo donde la aparición del acné es más común y esto es debido a que en esas zonas es donde se encuentran una mayor concentración de glándulas sebáceas. Estas zonas son la cara, especialmente en la frente, pecho, hombros, nuca y espalda. También puede aparecer en la nariz junto con la formación de puntos negros.
Bueno, no todos los casos son iguales y habría que estudiarlos, pero a parte de saber que a ciertas edades y con los cambios hormonales es más común la aparición de acné, también influyen otros factores. Por ejemplo, podríamos resumirlos en estos:
Como ya hemos dicho que lo que provoca el acné es la obstrucción de los poros, lo más importante es mantener la piel limpia. Para ello, podemos utilizar un exfoliante de arrastre suave una o dos veces a la semana. Además de mantener una cuidada higiene diaria utilizando un agua micelar cada noche para eliminar el maquillaje e irse a dormir con la piel perfectamente limpia.
También es importante eliminar ciertos alimentos de nuestra dieta, como aquellos fritos en abundante aceite o los que contienen alto contenido glucémico.
Si es un acné común, lo más interesante seria acudir a tu centro de belleza de confianza para que te hiciese una limpieza facial, extracción si lo viese necesario y te recomendase una serie de productos específicos.
Además, es muy recomendable que utilices productos cosméticos específicos para pieles grasas y sobre todo para el tratamiento del acné. Hay ciertos ingredientes muy beneficiosos para ello como el azufre, acido azelaico, acido láctico, acido salicílico, tioxolona, niacinamida,… que con su uso continuado te ayudarán a mejorar notablemente la apariencia de los comedones.
Y para tus cremas y leches limpiadoras de diario, utiliza unas específicas para pieles grasas, ya que estas están especialmente formuladas para el ph de tu piel y sus ingredientes actúan regulando la producción de grasa por las glándulas sebáceas, reduciendo así las posibilidades de que se te obstruyan los poros por una secreción excesiva.
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